UNA TUMBA “OLVIDADA”…
Parece inevitable que cada año, al llegar noviembre, salte a primer plano el tema de las tumbas y los cementerios. Los alucinantes festejos importados de Halloween han eliminado casi totalmente de nuestro folclore a don Juan Tenorio, que era figura señera anunciadora del “Dia de difuntos” nacional. Y no es que yo piense que eso sea o deje de ser más o menos lamentable…
Pero estas fechas me hacen pensar también en una tumba muy especial, aunque lamentablemente ignota hasta el día de hoy: la del Yeshua histórico, cuyos seguidores integran la primera o segunda de las religiones mundiales.
El anuncio de determinadas “pruebas” de la existencia de la tumba familiar de Jesús de Nazareth en el barrio de Talpiot, de Jerusalén, fue difundido mediante un interesante documental realizado por James Cameron y Simcha Jacobovici en 2007, titulado “La tumba perdida de Jesús”.
Un año antes, recogía el profesor James Tabor ( universidad de Carolina del Norte, EE.UU.) muchos de los datos investigados por su equipo de arqueólogos bíblicos en su obra “La dinastía de Jesús”, que sirvió de inmediato precedente al documental de Cameron y Jacobovici, completado luego por éste en su monografía “La tumba de la familia de Jesús”.
Las urnas funerarias de Talbiot, en las que aparecen los nombres de Yoshua, hijo de Josef y de María, hermano de Jacob y padre de Judas, contienen restos con un ADN que, analizado por especialistas, permite establecer coherencia genética entre aquellas personas.
La duda sigue y seguirá en el aire, por supuesto.
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