”REGULARES” Y “ADOGMÁTICOS” (¿?)…
Cultura masónica.
Durante los 300 años de historia de la Orden como institución, la Masonería ha ido REFLEJANDO el desarrollo de la sociedad occidental a partir del paradigma posrenacentista en el que nació y se encuadró culturalmente.
A grandes rasgos, hoy es posible hablar de dos modelos o “escuelas” de masonería (que a su vez cuentan con sendas adlateres o “derivas”) : la llamada “regular” y la llamada “adogmática” (o “liberal”).
La “regularidad” alude a la conservación y vigencia (al menos formal) de determinados parámetros intelectuales que se proponen como identitarios de la Orden masónica y que serían inmutables.
La iniciación masónica tiene como meta una ética centrada en la fraternidad y derivada de conceptos recibidos a través de la tradición bíblica: creencia en un dios-creador “revelado” e inmortalidad del alma humana (pedestal tradicional de la especulación filosófica judeo-cristiana).
Por su parte, la llamada masonería "adogmática", sin desvincularse ni minimizar el carácter iniciático de la Orden, afirma la absoluta libertad de pensamiento en la interpretación de los símbolos tradicionales característicos de la metodología ritualizada masónica.
La FRATERNIDAD universal perseguida exige la interiorización personal de valores éticos también universales, no necesariamente vinculados a las “revelaciones” propuestas en los diversos libros “sagrados” de las religiones.
En el momento cultural en que surgió la Orden, en Escocia e Inglaterra, los masones partieron del conocimiento del mundo que se tenía entonces y asumieron aquellos datos para afirmar los valores a los que me refiero.
Pero las inquietudes masónicas no son teológicas, sino filosófico-humanistas y centradas en la sustentación de una ética universal que pueda unir a las personas en la búsqueda del bien común, siendo conscientes de que no conocemos el universo en su plenitud y tal vez no podamos conocerlo nunca... aun valorando los datos que sobre su Gran Arquitectura nos aportan los nuevos conocimientos a lo largo de nuestra evolución, que debemos aprender, comprender y compartir.
Tal creo que fuera la intención de ISAAC NEWTON y otros componentes de su institución científica pionera, la Royal Society Británica, al estimular a Thèophile Desaguliers y James Anderson, entre otros, a romper la “regla” que practicaban como capellanes y constructores de la nueva catedral londinense de San Pablo, uniendo a cuatro logias de Westminster (Londres), acogiendo en su seno a no profesionales de la construcción sin el consentimiento de su Gran Maestre operativo, Sir Christofer Wrenn, para crear la Gran Logia de Londres-Westminster (luego, 1ª Gran Logia de Inglaterra, hasta 1813), en la que se practicaban solamente los dos primeros grados del Rito o método de York con algunos matices propios...
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