REFLEXIÓN
@Amando Hurtado
Hay un esoterismo en las palabras y en sus expresiones gráficas, como lo hay en los gestos que las acompañan o insinúan. El Teatro, simbiosis de palabras y gestos, es por ello una gran manifestación ritual del alma. De ahí su estrecha vinculación con esa religiosidad humana, de la que han ido brotando todas las religiones.
El Arte Real, la Masonería, recoge y encauza esa religiosidad profunda; una religiosidad noaquita, universal, estelar, no esclerotizada en enseñanzas dogmáticas inamovibles, sino sabiamente previa a las dogmatizaciones positivas, abierta al conocimiento gradual del Hombre.
Por eso no me parece casual que sea precisamente la Gramática, como ciencia que estudia las estructuras que unen y dan sentido a la Palabra, la primera de las artes liberales que se nos proponen como esenciales en Masonería. Esa forma de “religiosidad” es la que lamentablemente no entienden muchos de nuestros detractores…
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