Masonería - LA MASONERÍA DE “JUNIO”… | @Amando Hurtado
Todas las logias del mundo celebrarán en junio una de sus dos fiestas simbólicas mayores: la solsticial de verano.
La del 24 de junio de 1717 sería una fecha simbólica descrita por primera vez en 1738 por James Anderson en su segunda edición del Libro de las Constituciones. Anderson no había sido testigo presencial de tal evento y se limitaba a transcribir una pequeña “leyenda dorada” que circulaba por los medios londinenses desde unos años atrás. Subraya el masonólogo e historiador masón Roger Dachez que las cuatro debilitadas logias fundadoras de la primera Gran Logia se unieron, muy probablemente, con el propósito de fortalecer la ayuda mutua entre miembros de la profesión, abriendo sus puertas de manera oficial a no-profesionales y aumentando así el número de “masones aceptados” contribuyentes.
La festividad de San Juan Bautista había sido la más relevante históricamente para los masones profesionales no sólo británicos, sino europeos en general, que solían reunirse anualmente en esa fecha para confraternizar y decidir sobre determinados temas de interés colectivo, como refleja la abundante documentación medieval conservada.
Según Dachez, la adopción del simbolismo masónico-operativo por los nuevos masones “libres y aceptados” (o no profesionales) de la primera Gran Logia inglesa habría sido impulsada por los miembros de la Real Sociedad de Londres para el avance de la Ciencia Natural (la famosa Royal Society), que desde su fundación (en 1660) se propuso promocionar los conocimientos científicos desvinculándolos de cualquier base dogmática o “autoridad moral tradicional”, apoyando de manera específica la iniciativa del pequeño grupo de neo-masones surgido en Londres, en el que se fueron integrando no pocos miembros conocidos de aquella Academia, entonces presidida por Isaac Newton (como Théophile Désaguliers, Montesquieu, el duque de Montagu, Andrew Ramsay, etc.).
Casi nada se sabe con certeza de la actividad de la Gran Logia londinense entre 1717 y 1721. Por otra parte, sorprende que a partir de 1721 los Grandes Maestros de la que empezó siendo tan humilde institución fueran miembros de la alta nobleza, fieles a la recién instalada dinastía de Hannover, que aspiraba a apoyarse en un “orden newtoniano” del universo frente al tradicionalismo aristotélico, en vigor hasta el siglo XVII…
Tal vez por ello, entre otras razones, los masones de aquella primera Gran Logia de Londres (que pasó pronto a denominarse Gran Logia de Inglaterra) eran considerados MODERNOS por sus competidores de la “Gran Logia de Masones Libres y Aceptados según las Antiguas Constituciones”, o masonería de los ANTIGUOS, surgida como reacción “cistianizadora” en 1751... y que fue la que finalmente, tras la fusión de ambas en 1813 como Gan Logia Unida de Inglaterra, impuso los criterios que caracterizan a la masonería de escuela anglosajona.
Los “modernos” procuramos seguir siéndolo…
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