La leyenda negra antimasónica (1): la persecución de la masonería en el siglo de las luces.
Iniciamos una serie de tres artículos escritos por Pablo Bahillo Redondo sobre la leyenda negra de la masonería para comprender mejor este fenómeno, íntimamente relacionado con la inquina y recelo que la Orden ha tenido en regímenes políticos no democráticos y en la Iglesia Católica.
La Masonería especulativa nació en la ciudad de Londres el 24 de junio de 1717, cuando 4 logias londinenses, formadas en su mayor parte por masones aceptados o especulativos, se unieron y crearon, por primera vez, una nueva organización masónica a la que denominaron » Gran Logia de Londres y Westminster».
El año 1717 marca el fin de la transición y el nacimiento de la masonería contemporánea con una finalidad no operativa sino ética. La masonería especulativa se caracterizó por tener una proyección universal, creándose nuevas logias en numerosos países de la Europa continental. La primera logia que se fundó en Europa fue la Matritense, en la calle San Bernardo, en la ciudad de Madrid, en el año 1928. Esta logia fue fundada por HH:. ingleses residentes en la capital de España, entre los que se encontraba el duque de Wharton que había sido Gran Maestro de la Gran Logia de Londres y Westminster. (Bajo su presidencia, en 1923, se aprobaron las Constituciones de Anderson).
Sin embargo, esta rápida expansión fue seguida, muy pronto, por numerosas condenas, prohibiciones y persecuciones, por parte de las autoridades de muchas naciones del continente europeo.
Los primeros en prohibir la masonería, en el año 1735, fueron los magistrados de la ciudad de Amsterdam y los Estados Generales de Holanda, (18 años después de haberse fundado la Masonería especulativa). Al año siguiente, en 1736, la prohibición partió del Consejo de la República y Cantón de Ginebra y en 1737 de Luis XV de Francia.
El 2 de abril de 1738, el papa Clemente XII publicó el primer documento pontificio condenando a los francmasones a la pena de excomunión. Se trata de la constitución apostólica » In Eminenti».
El 14 de Enero de 1739, el cardenal Firrao, Secretario de Estado de los Estados Pontificios, condenó a la pena de muerte a los francmasones.
El 23 de marzo de 1743, la emperatriz Mª Teresa de Austria prohibió las reuniones de masones.
En 1744 fuero las autoridades de Avignon, París y Ginebra.
En 1745 el Consejo del Cantón de Berna, el Consistorio de Hannover y el jefe de la policía de París.
En 1748 el Gran Sultán de Constantinopla.
El 18 de mayo de 1751, el papa Benedicto XIV, publicó la Constitución Apostólica «Providas». Esta segunda condena pontificia alega como razones el secretismo y el que las reuniones masónicas se realizan entre personas que pertenecen a diferentes religiones. Motivo que, en el siglo XVIII, era considerado como «sospecha de herejía».
La aplicación de las condenas pontificias fueron llevadas a cabo, en los diferentes países, con la colaboración del Santo Oficio.
El Decreto del 2 de julio de 1751, firmado por el rey Fernando VI de España, prohibió las Congregaciones de los Franc-Masones. Este Decreto supuso el inicio de la legislación antimasónica en España.
En el año 1757, la Inquisición de Madrid procesó al francés Tournon acusándole de masón. Tras la muerte de Fernando VI (1757), subió al trono Carlos III, rey del que está perfectamente documentado que, tanto como rey de España, como de Nápoles, se opuso intensamente a la masonería. Durante estos años, varias personas fueron procesadas por la Inquisición, en Manila y en Mexico, por sospecharse que pertenecían a la francmasonería.
En 1797, el jesuita Abate Barruel publicó un trabajo en francés, en cuatro tomos, que serían la fuente básica de los argumentos antimasónicos. Entre otras cosas explicaba que la Revolución Francesa fue ocasionada por los filósofos y las logias irregulares, deseosas de destruir el trono y la religión.
Sobre el autor: Pablo Bahillo Redondo es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid. DEA en Farmacología por la Universidad de Valladolid. Médico. Actualmente Doctorando en Historia Contemporánea en la Universidad de Extremadura. Ha presidido la Gran Logia General de España y el Supremo Consejo de España.
Imagen de portada: «La Francia católica atacada por los masones», dibujo de Achille Lemot para el periódico Le Pèlerin, 12 de octubre de 1902.
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