LA HISTORIA y lo que nos cuentan…
Si es cierto que la Historia es “maestra de la vida”, lo es en su calidad de ciencia, analizadora objetiva de hechos y acontecimientos ciertos y de las diversas circunstancias en que puedan haberse producido.
Lo que se cuenta o se ha contado no es siempre lo que realmente “pasa” o “ha pasado”.
Lo vemos a diario, en las distintas exposiciones que se nos dan de hechos de los que incluso hemos sido testigos directos…
La mentira o la deformación de los hechos con fines estratégicos es frecuente ahora y lo ha sido siempre. Por eso, para el historiador es imperativo poder seleccionar las fuentes que utiliza y estudiar con igual minuciosidad cuanta nueva documentación vaya apareciendo.
La investigación histórica constituye el estudio de un proceso evolutivo y está sujeta a observancias metodológicas, que equivalen a otros tantos “ritos”, lo mismo que las demás ciencias o campos del conocimiento. La transmisión oral, la narración de los hechos de boca a oído, es el primer paso en la aparición de la transmisión histórica y ha sido siempre en ese momento de “recreación” de lo vivido cuando el narrador y los oyentes ha tendido a imprimir su personal impronta imaginativa.
En este sentido, los masones adolecemos de las mismas debilidades que los no masones. Y, para recordarnos la fidelidad que debemos al rigor en la transmisión de la verdad, algunas Obediencias masónicas conservan una ceremonia ritual de “transmisión” de palabras de paso, que, partiendo del V.M., de boca a oído, han de retornar a él sin sufrir deformación alguna. Expresamos así no sólo la necesidad de poner a punto nuestras capacidades de percepción física, sino la presencia de un valor moral en esa transmisión. La palabra-contraseña identifica con algo más que la simple pertenencia a un colectivo.
En la literatura épica se hallan, en definitiva, las primeras formulaciones escritas de la Historia. Por ello, se ha impuesto siempre la necesidad de comparar narraciones de los mismos hechos, vividos o narrados por más de un testigo y contemplados desde distintos puntos de mira.
Actualmente, cuando nos desbordan los medios de comunicación de masas, es más exigible que nunca la necesidad de la presencia de ese componente ético fundamental en la información.
@Amando Hurtado
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