KABALA (o Cábala): lo que se recibe, lo recibido, la “tradición”.
(Cultura masónica)
La define así Michel Saint-Gall (o Michael Segal, de quien tuve el honor de ser amigo), notable hebraísta y autor del “DICCIONARIO DEL RITO ESCOCÉS ANTIGUO Y ACEPTADO” :
<< Movimiento y sistema filosófico y esotérico judio, cuyo comienzo se remonta al siglo I de la era actual. Intelectual y poco mística, a pesar de cuanto se ha dicho y escrito, la Kabala postula que un Dios creador es infinito, perfecto y, en consecuencia, completamente innaccesible al espíritu o al intelecto humano. La única forma de alcanzar cierta comprensión de la divinidad sería el estudio de su expresión en los diversos y múltiples aspectos de la creación. Quienes ven en esto ecos NEOPLATÓNICOS no se equivocan >>.
La Cábala es, primeramente, un comentario esotérico de la tradición religiosa hebrea.
La obra fundamental del movimiento cabalístico, el LIBRO DEL ESPLENDOR (“Sefer ja Tsoar” o “Zoar”), se debe al judío español MOISÉS DE LEÓN (siglo XIII-XIV), quien afirmaba haber encontrado el texto, escrito por un tal Simeón Ben Yochai y su hijo Eleazar.
Ambos habrían vivido en el siglo II de la era actual y, huyendo de las persecuciones romanas, habrían meditado y escrito el "Sefer ja Tsoar" durante los trece años de su reclusión en una cueva-refugio.
Se supone que Moisés de León quiso dar a su obra un prestigioso halo de antigüedad, ya que el ZOAR es un muy valioso compendio de las TRADICIONES ORALES INTERPRETATIVAS del Talmud hebreo (el de Babilonia y el de Jerusalén).
La idea central de la Cábala es que el Pentateuco o Torah del judeo-egipcio Moisés no constituye simplemente un conjunto de narraciones más o menos históricas, sino que esas narraciones contienen un pensamiento oculto a una simple lectura de los textos.
A cada una de las letras del alefato (o alfabeto) hebreo le correspondería un valor numérico, por lo que LAS PALABRAS, su composición y su VALOR NUMÉRICO, repetidas en partes diferentes de la Torah, irían mostrando significados esenciales más profundos de lo que su apariencia aislada parece ofrecernos a los profanos…
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