FRATERNIDAD UNIVERSAL FRENTE A COFRADÍAS DOGMÁTICAS
“Los valores son la guía y la respuesta más honrada en épocas de confusión”, comentaba recientemente un conocido periodista español. En una nueva época de confusión (que no significa caos), como es la que vivimos y parece que va a proseguir desarrollándose durante los próximos años, una Masonería reactivada habría de reforzar los dos pilares básicos antes mencionados: vocación fraternal universalizable y metodología simbolista también universalizable. Recordemos que el sufijo “able” adjetiva capacidad o posibilidad...
En el mundo poscolonial, globalizado y supertecnológico del siglo XXI, los altos valores humanos comunes a todas las culturas serán los que puedan garantizar y estimular positivamente la evolución social. Por ello, convendría evitar la confusión conceptual que con frecuencia se produce entre “fratría” o “cofradía” y fraternidad universal, liberando nuestros rituales (que son nuesto método de aprendizaje) de ambigüedades semánticas, a menudo erróneamente justificadas en aras de una inamovible y mal entendida tradición.
Los rituales masónicos son un medio para entrar en relación con lo que “es”; por lo tanto, para ser eficaces deben necesariamente poder integrarse en el pensamiento cósmico, superando la momificación de los conceptos que caracteriza al dogmatismo. En todas las culturas, la labor constructiva combina lo racional con lo intuído o, si se prefiere, lo inmanente con lo que nos trasciende, sin que sea necesario etiquetar lo trascendente haciéndolo definitivo o “final”. El de nuestro tiempo no es el universo que contemplaron los masones operativos, ni el newtoniano de nuestros hermanos ilustrados, ni siquiera el que ha predominado hasta bien avanzado el siglo XX. La nuestra ews una escuela viva.
Lo que a nuestra naturaleza humana le es asequible, a través de las diversas representaciones simbolizadoras, se halla dentro de las coordenadas que determinan su pertenencia a un mundo del que somos producto y que vamos descubriendo lentamente: un mundo en el que la ética derivada de la geometría espiritual que ha de propugnar la Masonería de este tiempo puede seguir contribuyendo a la construcción de ese Templo de la Humanidad fraternal que es nuestra catedral simbólica en construcción.
@Amando Hurtado
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