BENEDICTINOS Y MASONES DE ABADÍA…
Es bien sabido que los discípulos de Benito de Nursia (siglo VI) figuran a la cabeza del monacato occidental. Fué él quien, tras superar el intento de asesinato por parte de sus “hermanos” del cenobio romano de Vicovaro y retirarse a meditar a la gruta de la que había salido al ser elegido abad por ellos, concibió la Regla monacal que lleva su nombre y que atrajo a numerosos monjes a Subiaco, su nuevo monasterio, del que igualmente habría de huir años más tarde para asentarse finalmente en el famoso Montecasino (emplazamiento de un antiguo templo de Apolo).
Serían monjes benedictinos los que se adentrarían en territorios “bárbaros” edificando nuevos monasterios acompañados por muchos “muratori” (los comicini o masones conocedores del arte artquitectónico romano o románico, activos en torno al lago de Como).
Los monasterios benedictinos formaron una amplia federación obedeciendo la Regla de San Benito y serían las famosas abadías reformadoras de Cluny y Citeaux (Císter) las más influyentes históricamente en la cultura europea, con su adoptada divisa: ORA ET LABORA.
Actualmente, lo que queda del monasterio de Cluny alberga una de las sedes de la Escuela de Artes y Oficios francesa.
Pero lo que históricamente resulta más sorprendente es que durante el siglo XVIII, antes de la abolición de los monasterios por los revolucionarios de 1789, se formaran en Francia logias masónicas dentro de algunas abadías benedictinas que no respetaron la excomunión lanzada en 1738 contra los masones por Lorenzo Corsini (elegido soberano-papa Clemente XII en un azaroso cónclave que duró cuatro meses) *.
Constan en los registros del Gran Oriente de Francia la solicitud de integración de la logia “Le Tendre Accueil”, creada el 20 de junio de 1770 en el seno de la abadía benedictina de San Mauro del Loira - presidida por el abad Jean Legrand, que también fue cofundador de la logia “Le Père de Famille”, en Angers - así como otras logias fundadas en las históricas abadías de Claraval (Clervaux) y Fécamp.
* Entre otras cosas, Clemente XII fué también el papa que nombró cardenal a Antonio de Borbón Farnesio, con ocho años de edad (el cardenal más joven de la historia eclesiástica) :-))
@Amando Hurtado
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