NOTA BENE
La iniciación masónica se desarrolla a lo largo de tres etapas características: “aprender”, “amar” y “actuar”, que podemos considerar simbolizadas, ya desde el primer grado, por los tres pasos rituales del Aprendiz. A cada una de esas tres etapas corresponden grados y graduaciones.
Ese camino hacia lo esencial se simboliza como una escala gradual que, partiendo del afianzamiento de nuestra consciencia cósmica, como habitantes de un planeta inserto en una galaxia, nos permite acceder al concepto de armonía, de equilibrio de fuerzas dentro de un ordenamiento universal, invitándonos muy concretamente a descubrir y promover en el microcosmo de las relaciones humanas el equilibrio armónico que los masones llamamos Justicia. A su vez, el camino hacia un concepto superior de Justicia pasa necesariamente por la gradual afloración de esas potencialidades humanas que llamamos “virtudes”.
Sabemos bien que las tiranías espirituales son precursoras de las opresiones temporales y que el combate ha de comenzar, inexorablemente, con nuestra lucha personal contra las pasiones que tiranizan nuestro yo, buscando la armonía de las virtudes que llevan a la auténtica libertad, la equidad y la justicia compasiva, como soldados de lo universal y de lo eterno.
Es tambien evidente que el ideal masónico es de este mundo y que ha de ser en él donde luchemos por el perfeccionamiento de todo lo humano, en la medida de nuestras fuerzas y sin desfallecer, desde nuestra condición de iniciandos.
Nuestras espadas rituales simbolizan el combate por la Justicia, entendida como suprema Virtud armonizadora de lo Fuerte, lo Bello y lo Sabio, en esa terna sagrada, sintetizadora de toda la Iniciación masónica, que nuestro método ritual propone al Aprendiz desde el primer grado. Nada más ajeno al concepto masónico de Justicia que cualquier deformación positivista; y nada más distante de la acción masónica que el uso de la fuerza para coaccionar o vencer, de la belleza para corromper o de una falsa sabiduría para engañar.
NOTA: creo que es deseable que quienes se autoproclaman “representantes” exclusivos de nuestros ideales en declaraciones públicas (prensa y demás medios) se centren mucho más en exponer nuestra filosofía que en el careo histórico sobre supuestos contubernios políticos y demás mantras…
Comments