ARTIGO: - La luz no tiene sombras, ni la tiene dentro ni la transmite. Esa es la naturaleza de la luz, es tan pura que la llamamos luz divina, porque su contenido es únicamente Luz. Ni la más mínima motita de oscuridad anida dentro de ella. Su pureza es interna y también externa porque no transmite oscuridad. Además impide la masificación de zonas oscuras a su alrededor.
Todos los objetos transmiten una sombra. En la imagen vemos que la cabeza de la cerilla encendida no transmite sombra, como todo cuanto tenga luz propia. Esto tiene un profundo significado, la mano es un instrumento físico que actúa a través del cerebro y este sigue los dictados de la mente. La Luz es el estado más puro de la existencia, la conciencia pura es Luz. De la conciencia pura universal emanaron, como fotones, las diferentes conciencias individuales. Surgieron las mentes individuales que necesitan un punto físico para manifestarse. El cerebro es la herramienta de la mente. Dependiendo de la claridad que tenga la mente, será más o menos consciente de la original conciencia pura. Experimentar la luz es ser consciente de ella, a mayor luz menor oscuridad, menos posibilidades de sufrir las consecuencias de la vida oscura. La mano proyecta su oscuridad, excepto cuando es rodeada por luz propia, ahí no habrá sombras.