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Cuba: Masonería Asediada, Gobierno Refuerza Control

El Régimen Cubano Refuerza su Control Sobre la Masonería Tras la Protesta en La Habana


El Gobierno cubano ha dejado claro que no ignoró la protesta de los masones que tuvo lugar el pasado 23 de julio en el edificio de la Gran Logia en La Habana.


La reciente detención del escritor y maestro masón Ángel Santiesteban, sumada a un comunicado del Ministerio de Justicia y un programa televisivo dedicado a atacar a los masones, son pruebas de que el régimen no está dispuesto a perder el control de la situación.


La crisis dentro de la Gran Logia gira en torno a Mario Alberto Urquía Carreño, el Gran Maestro actual, cuyo liderazgo ha sido cuestionado desde el robo de 19.000 dólares de su despacho en enero.


Un número considerable de masones, incluyendo la mayoría de los altos funcionarios de la fraternidad, exige su destitución, argumentando que Urquía Carreño es un agente de la Seguridad del Estado, utilizado para infiltrar y debilitar la organización.


Durante la protesta del 23 de julio, Urquía Carreño se negó a abandonar su oficina, a pesar de las demandas de los masones que insistían en su reemplazo por Juan Alberto Kessel Linares, quien ya había sido elegido como nuevo líder.


El Ministerio de Justicia reaccionó emitiendo un documento ambiguo, donde reconocía "irregularidades" en las sanciones contra Urquía Carreño y en la elección de Kessel, y solicitaba que ambos procesos se repitieran conforme a los estatutos de la masonería.


A primera vista, el documento del Ministerio parecía una concesión a las demandas de los masones, reconociendo su derecho a la autodeterminación. Sin embargo, los acontecimientos posteriores sugieren lo contrario. La detención de Santiesteban y la emisión de un programa del vocero anónimo "Guerrero Cubano", que dedicó un episodio entero a desprestigiar a los masones, dejan en claro que el Gobierno está decidido a mantener el control sobre la Gran Logia, no permitiendo que se escape a su influencia.


Esta situación evidencia la vulnerabilidad de la masonería en Cuba, una institución que históricamente ha defendido principios éticos y de libertad, pero que ahora enfrenta una creciente presión del régimen para conformarse a los intereses del Estado.


La firme respuesta del Gobierno subraya su intención de reprimir cualquier forma de disidencia, incluso dentro de organizaciones tradicionales como la masonería, dejando poco espacio para la autonomía o el cuestionamiento interno.


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