En la actualidad, es posible que existan muchos profanos (entre cincuenta o sesenta aÒos de edad, generalmente) que tienen alg˙n conocimiento de la historia de nuestra Orden, recibido de sus padres, parientes o amigos de m·s edad.
Muchas de las posibles fuentes de informaciÛn sobre la Orden, son personas que conocieron, antes de la nefasta dictadura franquista, una Època de libertad donde la MasonerÌa EspaÒola, grande en n˙mero y presencia p˙blica, tenia una fuerte impronta en muchos ·mbitos de la vida social.
Algunos de los que hoy se acercan a nuestra Orden (a veces sin sospecharlo), son hijos o nietos de Masones que ya pasaron al Oriente Eterno (fallecieron).
Estos Hermanos, ancianos ya, por discreciÛn y para no complicar a sus familiares o amigos, callaron su pertenencia a la Orden, durante los muchos aÒos de dictadura.
En la sociedad actual, huÈrfana de una verdadera espiritualidad y valores Èticos, est·n naciendo o reapareciendo (por la demanda de gentes angustiadas por la falta de verdaderos ideales y metas) las sectas m·s extraÒas y destructivas; extraÒas escuelas de pensamiento; grupos racistas encubiertos bajo la etiqueta de ´culturalesª, etc.
Tampoco deberemos olvidar otras peligrosas ´sectasª creadas por un cristianismo sectario y fan·tico que, sin estar catalogadas como destructivas, sabemos que lo son. Muchas de ellas, bajo una m·scara de ´purezaª evangÈlica, persiguen ˙nica y exclusivamente fines mercantiles.
Generalmente, las nuevas generaciones tienen muy poca o escasa informaciÛn sobre la MasonerÌa y sus fines.
En la mayorÌa de los casos, la informaciÛn de que disponen est· deformada por una herencia de descrÈdito (el RÈgimen de Franco tuvo verdadera obsesiÛn con nuestra Orden) generada por m·s de cincuenta aÒos de oscurantismo.
El profano que se acerca a la MasonerÌa deber· tener muy claro que est· acerc·ndose a una Sociedad Inici·tica de muy antigua tradiciÛn; a una Escuela de FormaciÛn Interior de caracterÌsticas muy especiales.
En la MasonerÌa, al contrario de lo que sucede en las sectas, no existen gur˙s o maestros que nos dicten conductas o lÌneas de trabajo.
Todo, absolutamente todo, depender· de nuestra personal intuiciÛn y racionalidad para la interpretaciÛn de los diversos SÌmbolos que, lentamente, servir·n para despertar aleccionadoras ´im·genesª o alegorÌas.
Se trabajar· con conceptos e ideas que, seg˙n la personal intuiciÛn o grado de Conocimiento, tendr·n diferentes interpretaciones, incluso entre los miembros de una misma Logia.
Ello, pensamos, es suficiente prueba de nuestra exquisita democracia y respeto por las ideas de los dem·s. Es seguro que nada o muy poco de lo escuchado en otras ìpseudo escuelas inici·ticasî (algunos de los que llegan a nosotros han buscado en diferentes o equivocados caminos) ser· encontrado en la MasonerÌa.
En nuestra Orden no existen profetas, manuales, gur˙s o figuras semejantes. Entre nosotros, como muestra de la libertad en la b˙squeda del Camino, es com˙n decir que: ´cada uno tiene que Trabajar su Piedra, con las herramientas adecuadas y a su alcanceª.
Guardamos celosamente nuestras tradiciones de vieja raigambre pues pensamos que no es posible forjar el presente ignorando el pasado, ni mirar al futuro sin tener en cuenta las enseÒanzas de los que nos precedieron pero, al mismo tiempo, tenemos que tener siempre presente la m·xima: ´somos de este mundoª.
El Aprendiz, tiene que ser consciente de que apenas ha iniciado sus primeros pasos o balbuceos por el Camino solamente insinuado en la ceremonia de su IniciaciÛn.
Esta ceremonia, por si misma, no le confiere Conocimiento alguno, sino que le sit˙a en el inicio del Camino que a Èl conduce. El Iniciado deber· trabajar con las herramientas de su grado, de manera constante y sin desmayo, intentando pulir su Piedra.
M·s adelante, si sus compaÒeros lo juzgan apto, podr· escalar el siguiente peldaÒo (CompaÒero). En este grado, las herramientas ya son otras y las responsabilidades tambiÈn. Cuando pasado el tiempo su maestrÌa sea demostrada, y asÌ lo crean sus Hermanos, podr· ser admitido entre los Maestros.
Estos son los tres grados de la MasonerÌa y, en realidad, los ˙nicos heredados de la MasonerÌa Operativa y comunes a casi todos los Ritos. Los dem·s grados (que no lo son; sino ´distinciones, pueden variar seg˙n el Rito). Uno de los Ritos m·s conocidos y extendidos en todo el mundo MasÛnico es el R.E.A.A. (Rito EscocÈs Antiguo y Aceptado).
En Èl existen 33 grados, de los cuales 30, son simEl Pensamiento MasÛnico Tercera parte © por Fernando J. M. DomÌnguez y Gonz·lez (Keltoy)
El pensamiento masónico bÛlicos y tres azules (Aprendiz, CompaÒero y Maestro). Existen tambiÈn otros Ritos, con distinto n˙mero de grados simbÛlicos. Generalmente, estos Ritos son poco comunes. Independientemente de los grados, existe en casi todos los Ritos el com˙n denominador de la trÌada: Aprendiz, CompaÒero y Maestro, grado
Èste ˙ltimo que simboliza la ìperfecciÛnî. El MasÛn ha de tener siempre presente que, independientemente de los grados simbÛlicos o ´diplomas que sus Hermanos le concedan, deber· sentirse siempre ìAprendizî.
Siempre deber· estar en un continuo proceso de aprendizaje y perfeccionamiento.